Una de las empresas destacadas en la provincia es la de la familia Armengol Mañana, con más de 12 años al frente de la fábrica Oleosan, donde lideran la producción de aceite de oliva extra virgen, con su marca consolidada, calidad de producto y un esquema comercial integrado.
"El emprendimiento familiar comenzó en 2008, cuando dejaron la ganadería vacuna y entendieron que el olivo podría adaptarse bien a la región. Lo primero que hicieron fue un análisis de suelo", comentó Gustavo, hoy parte del equipo de la empresa.
La empresa Oleosan, en particular, cuenta con 64 hectáreas en producción, 40 hectáreas que se plantaron recientemente y estarán listas en dos años. Gracias a la cercanía con el golfo, el microclima húmedo genera condiciones de protección contra los fríos y favorece factores de calidad notables.
En cuanto a la variedad, las olivas del tipo Arbequina tienen un sabor frutado suave. "Es una aceituna muy pequeña, pero con una alta concentración de aceite en pulpa. También tenemos variedades como la Picual y la Mission, que son de doble propósito: sirven tanto para la producción de aceite como para aceitunas de mesa," agregó Gustavo.
Por su ubicación, estos cultivos tienen la ventaja de estar expuestos a más horas de frío y menor amplitud térmica que en otros lugares del país, lo que influye en gran medida en su calidad y rendimiento.
La provincia continúa comprometida con la excelencia en la producción de aceite de oliva. El sector olivícola rionegrino, en constante crecimiento, aprovecha la cosecha de aceitunas para producir un aceite de alta calidad reconocido internacionalmente.
Actualmente, Rio Negro tiene casi 300 hectareas concentradas junto al golfo San Matias. “Por su condición climática y posibilidad de tierra disponible se convierte en un lugar de potencial crecimiento productivo con posibilidad de convertirse en un jugador importante tanto por su calidad como por las posibilidades de crecimiento”, destacó Facundo Fernandez, secretario de Fruticultura.